- Dada la importancia estratégica del Estrecho de Ormuz para el suministro mundial de petróleo, un cierre total por parte de Irán sigue siendo improbable. Sin embargo, cualquier interrupción de este tipo restringiría significativamente el suministro mundial de crudo, disparando los precios del petróleo a máximos históricos
Los ataques israelíes contra instalaciones nucleares y militares iraníes el viernes 13 de junio, seguidos de las represalias de Irán, han aumentado los temores de un conflicto regional más amplio y una posible interrupción del tráfico marítimo a través del Estrecho de Ormuz (EsH). Este estrecho paso marítimo, situado entre Omán e Irán, sirve como una vía vital para conectar a los exportadores de crudo del Golfo de Oriente Medio con los mercados globales.
Aunque Irán ha declarado que no tiene intención de cerrar el Estrecho de Hawái, cualquier medida de este tipo tendría graves consecuencias para los mercados petroleros mundiales. El estrecho gestiona más del 35 % del comercio marítimo mundial de crudo, y las alternativas viables para sortearlo son extremadamente limitadas. Todos los principales productores de la OPEP en Oriente Medio (Arabia Saudita, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait e Irak) dependen en gran medida del estrecho para sus exportaciones de crudo.
Si bien Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos e Irak cuentan con oleoductos en funcionamiento que ofrecen una alternativa terrestre, su capacidad disponible combinada se estima en tan solo 4 millones de barriles por día (mbpd). Esto significa que, en caso de un bloqueo total, el suministro de crudo podría verse interrumpido en más de 11 mbpd, lo que podría tener graves consecuencias para el mercado.
Aunque las exportaciones de crudo a través del Estrecho de Ormuz han disminuido en los últimos años debido a los recortes de producción de la OPEP+ en medio del aumento de la oferta de países no OPEP, el estrecho todavía representó aproximadamente el 37% del comercio marítimo mundial de petróleo crudo en 2024. La mayor parte de este petróleo (alrededor del 86%) estaba destinado a los mercados asiáticos, siendo China, India y Japón los mayores importadores.
Dada la importancia estratégica del Estrecho de Ormuz para el suministro mundial de petróleo, un cierre total por parte de Irán sigue siendo improbable. Sin embargo, cualquier interrupción de este tipo restringiría significativamente el suministro mundial de crudo, disparando los precios del petróleo a máximos históricos. El volumen del comercio de crudo disminuiría drásticamente, lo que provocaría una caída sustancial en la utilización de buques cisterna y, a su vez, una fuerte caída de las tarifas de flete en todo el mercado petrolero.
Por el contrario, un aumento de los ataques selectivos contra petroleros que transitan por el estrecho podría provocar una interrupción parcial del tráfico. Este mayor riesgo incrementaría las primas de seguros y los costos operativos. En tal escenario, cualquier reducción en los flujos de crudo a través del estrecho de Heath impulsaría las tarifas de flete, ya que los compradores diversificarían sus estrategias de abastecimiento. El consiguiente reposicionamiento de los buques y los cambios en los patrones comerciales ayudarían a sostener o incluso impulsar la demanda de tonelaje de petroleros, tanto de crudo como de productos.
Fuente: Drewry Maritime Research
Foto: alexander-schimmeck-unsplash