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El Asalto de Trump al Dólar Global: Un Futuro Incierto para la Hegemonía Monetaria

Las claves: 

  • Martin Wolf afirma que el mundo tiene tres opciones al considerar el futuro del papel hegemónico del dólar.
  • Una es que el dólar siga dominando.
  • Otra es que otra moneda, quizás el euro o incluso el renminbi, lo reemplace como hegemónico.
  • Y el tercero es “un mundo con dos o tres monedas en competencia, cada una dominante en diferentes regiones”.
  • La primera opción significa mantener el sistema existente, con todos sus problemas, quizás puede ser mucho más fácil decirlo que hacerlo.
  • Desde la crisis financiera mundial, se ha producido una transformación en la manera en que pensamos sobre el comercio mundial y el régimen de capital, junto con un creciente consenso bipartidista en Estados Unidos de que los costos para la economía estadounidense, y especialmente para su sector manufacturero, se han vuelto insostenibles.
  • La segunda opción requiere una transformación importante en la economía de la UE, o incluso mayor en la economía china, y cualquiera de las dos parece bastante improbable. Más importante aún, la idea de que una moneda hegemónica sea de alguna manera “natural” simplemente no es cierta.
  • El papel que ha desempeñado el dólar desde la década de 1970 es uno que nunca antes ha tenido ninguna otra moneda, en gran medida porque el papel de Estados Unidos en la compensación de los desequilibrios del ahorro mundial también es sin precedentes.
  • Por eso, si el dólar pierde su hegemonía, es muy improbable que sea reemplazado y, en cambio, probablemente se convierta simplemente en el primero entre iguales. La opción de Wolf de “un mundo con dos o tres monedas competidoras”, en otras palabras, es probablemente la más probable.
  • El problema, escribe Wolf, es que en un sistema de dos o tres monedas globales en competencia, “los efectos de red crearían equilibrios inestables, ya que la gente cambiaría rápidamente de una moneda a otra. Esto se parecería más a lo ocurrido en las décadas de 1920 y 1930 que a cualquier otra situación posterior”.
  • Si bien esto podría parecer un argumento contra un mundo de múltiples monedas, en realidad es un argumento más sólido contra un mundo de capital sin restricciones, que también caracterizó las décadas de 1920 y 1930. Keynes, entre otros, se opuso a un mundo en el que las necesidades del capital especulativo prevaleciera sobre las necesidades de los trabajadores y las empresas mundiales y las políticas económicas nacionales.

El 21 de mayo de 2025, Martin Wolf, jefe de comentario económico del Financial Times, publicó un artículo titulado “Trump’s assault on the global dollar”, donde analiza cómo las políticas de Donald Trump están poniendo en riesgo el dominio del dólar como moneda de reserva mundial. Wolf argumenta que las acciones de Trump actúan como un catalizador que acelera el declive del dólar, un proceso que ya enfrentaba desafíos estructurales. Desde aranceles masivos hasta sanciones financieras, las decisiones de Trump están erosionando la confianza global en el dólar, mientras que las tensiones geopolíticas y los cambios en el comercio mundial plantean preguntas sobre el futuro del sistema financiero global. Wolf identifica tres opciones posibles: que el dólar siga dominando, que sea reemplazado por otra moneda como el euro o el renminbi, o que se transforme en un sistema de dos o tres monedas competidoras. Este artículo explora las implicaciones de estas políticas y las alternativas propuestas por Wolf, ofreciendo una visión integral para entender un mundo en transformación.

El Contexto: Una Hegemonía Dolarizada Bajo Presión

Martin Wolf señala que el dólar ha sido la piedra angular del sistema financiero global desde el final de la Segunda Guerra Mundial, gracias a los acuerdos de Bretton Woods y al papel de EE. UU. como garante del comercio internacional. Sin embargo, esta hegemonía muestra signos de desgaste antes incluso de las políticas de Trump en 2025. Los déficits fiscales de EE. UU., estimados en $3.1 billones para 2025, y el uso excesivo de sanciones financieras han erosionado la confianza de socios internacionales. Además, el comercio petrolero, históricamente dolarizado, ha experimentado un cambio significativo, con un 20% de las transacciones globales realizándose en otras monedas en 2025, según estimaciones recientes.

Wolf destaca que, desde la crisis financiera mundial, se ha producido una transformación en la manera en que pensamos sobre el comercio mundial y el régimen de capital, acompañada por un creciente consenso bipartidista en Estados Unidos de que los costos para su economía, especialmente para el sector manufacturero, se han vuelto insostenibles. Este sentimiento ha impulsado políticas proteccionistas que, bajo la administración Trump, han alcanzado nuevos niveles de agresividad, exacerbando las tensiones económicas globales y poniendo en riesgo la posición del dólar.

El Catalizador de Trump: Aranceles y Aislamiento

Un tema central del análisis de Wolf es el impacto de las políticas comerciales de Trump, particularmente los aranceles masivos impuestos en 2025. Desde su anuncio de aranceles globales del 10% y específicos del 20% a socios como la UE, China, México y Canadá, Trump ha desatado una ola de incertidumbre en los mercados globales. Aunque un fallo reciente de la Corte de Comercio Internacional bloqueó estos aranceles el 28 de mayo, la administración ya ha apelado, con Trump calificando el fallo como un obstáculo a su “misión divina”. Expertos anticipan que Trump podría usar la Sección 122 de la Ley de Comercio de 1974 para reimponer aranceles del 15% durante 150 días, manteniendo la presión sobre el comercio internacional.

Wolf subraya que estos aranceles reducen la integración financiera global, un pilar clave del dominio del dólar. Como señaló Kenneth Rogoff en una conversación con Wolf el 5 de mayo, “si todos imponen aranceles del 100%, no vale la pena invertir en otros países porque no puedes sacar tu dinero”. Incluso aranceles más bajos, como los del 10%, encogen el sector financiero global, donde EE. UU. ha sido el principal beneficiario. Wolf afirma que las políticas de Trump, descritas como “Sell America First” por Rogoff, están llevando a una desinversión en activos estadounidenses, desde acciones hasta bonos del Tesoro, debilitando la posición del dólar.

Sanciones y Geopolítica: La Erosión de la Confianza

Otro punto crítico en el análisis de Wolf es el uso excesivo de sanciones financieras por parte de EE. UU. Desde 2020, las sanciones han alejado a países como Rusia e Irán del sistema financiero dolarizado, incentivando acuerdos bilaterales en monedas alternativas. En 2025, este fenómeno se ha intensificado, con China y Japón reduciendo su exposición a bonos del Tesoro tras los aranceles de Trump (104% a China y 24% a Japón). La rentabilidad de los bonos a 30 años alcanzó el 5% el 19 de mayo, reflejando una venta masiva que podría empeorar con la refinanciación de $1.5 billones en los próximos meses.

Wolf enfatiza que este uso de sanciones como arma de política exterior ha erosionado la confianza en el dólar como moneda segura. Países que antes reinvertían sus ingresos petroleros en bonos del Tesoro ahora buscan alternativas, como el euro o el yuan. Katsunobu Kato, ministro de Finanzas de Japón, afirmó el 2 de mayo que “los $1.13 billones son una carta en las negociaciones”, mientras Martin Whetton, jefe de estrategia de Westpac, lo ve como “un movimiento inteligente”. Aunque estas monedas no están listas para reemplazar al dólar, Wolf advierte que el vacío dejado por el dólar podría generar inestabilidad global.

Las Tres Opciones para el Futuro Monetario

Martin Wolf afirma que el mundo tiene tres opciones al considerar el futuro del papel hegemónico del dólar, cada una con desafíos y oportunidades únicas.

Opción 1: El Dólar Sigue Dominando

Wolf plantea que la primera opción es que el dólar mantenga su hegemonía, preservando el sistema existente con todos sus problemas. Wolf reconoce que esto podría ser mucho más fácil de decir que de hacer, dado el deterioro de la confianza internacional. El dólar ha desempeñado un papel único desde la década de 1970, en gran medida porque EE. UU. ha compensado los desequilibrios del ahorro mundial, un rol sin precedentes. Sin embargo, las políticas de Trump, como los aranceles y sanciones, están erosionando esta posición. Wolf sugiere que el dólar podría sobrevivir si EE. UU. corrige su enfoque proteccionista, pero esto requeriría un cambio drástico en la administración Trump, que ha apelado el fallo judicial reciente. La inercia del sistema financiero global y la ausencia de una alternativa consolidada podrían permitir al dólar mantener su dominio, aunque con un papel reducido, dependiendo de una estabilización de las rentabilidades de los bonos.

Opción 2: Reemplazo por Otra Moneda

La segunda alternativa que Wolf considera es que el dólar sea reemplazado por otra moneda, quizás el euro o incluso el renminbi, como hegemónico. Wolf advierte que esto requiere una transformación importante en la economía de la UE, o incluso mayor en la economía china, y cualquiera de las dos parece bastante improbable. El euro, respaldado por un PIB de $18 billones, carece de un mercado de deuda unificado, mientras que el yuan está limitado por el control del Partido Comunista y su dependencia del comercio asiático, que representa el 40% del total asiático.

Wolf argumenta que la idea de una moneda hegemónica como algo “natural” simplemente no es cierta. El papel del dólar desde los años 70 es único debido al rol de EE. UU. en los desequilibrios globales, lo que hace improbable que otra moneda lo reemplace por completo. Si el dólar pierde su hegemonía, Wolf sostiene que se convertiría en el primero entre iguales, reflejando un reordenamiento gradual del comercio global y las tasas de cambio, con impactos significativos en los costos de financiación para economías dependientes.

Opción 3: Un Mundo de Monedas Competidoras

La tercera opción que Wolf propone es “un mundo con dos o tres monedas en competencia, cada una dominante en diferentes regiones”. Wolf considera que esta alternativa es la más probable, dado que el reemplazo total del dólar parece inviable. Este sistema implicaría que el dólar, el euro y el yuan compitan, con el yen como posible cuarto actor, distribuyendo el liderazgo monetario por regiones como América del Norte, Europa y Asia.

Sin embargo, Wolf advierte que en un sistema de dos o tres monedas globales en competencia, “los efectos de red crearían equilibrios inestables, ya que la gente cambiaría rápidamente de una moneda a otra”. Esto se parecería más a lo ocurrido en las décadas de 1920 y 1930, un período de volatilidad financiera que culminó en la Gran Depresión. Aunque esto podría parecer un argumento contra un mundo de múltiples monedas, Wolf lo ve como un argumento más sólido contra un mundo de capital sin restricciones, que también caracterizó esas décadas. Al igual que John Maynard Keynes, Wolf se opone a un sistema donde las necesidades del capital especulativo prevalezcan sobre las de los trabajadores, las empresas y las políticas económicas nacionales.

Implicaciones Globales: Un Sistema en Transición

El declive acelerado del dólar tiene implicaciones profundas. Para los mercados emergentes, que dependen del dólar para financiar deuda, una caída en su valor podría aumentar los costos de endeudamiento, desencadenando crisis financieras. En Europa, un dólar debilitado podría fortalecer al euro, pero también complicar las exportaciones a EE. UU., un mercado clave valorado en $400 mil millones anuales. China, por su parte, podría beneficiarse al posicionar el yuan como alternativa, especialmente con su dominio en el comercio asiático.

Wolf también aborda el impacto en el comercio petrolero, un pilar histórico del dólar. Con un 20% del comercio global fuera del dólar en 2025, y proyecciones de un 30% para fines de año, la capacidad de EE. UU. para financiar déficits mediante la emisión de bonos se ve amenazada. Esto podría elevar las tasas de interés internas, afectando a consumidores y empresas estadounidenses.

Conclusión: Un Futuro Incierto para el Dólar

Martin Wolf concluye que el asalto de Trump al dólar global no solo acelera su declive, sino que pone en riesgo el orden financiero internacional. Las políticas de Trump, desde aranceles hasta sanciones, están creando un vacío que otros actores, como China, están listos para llenar. El dólar podría sobrevivir con ajustes, pero su reemplazo por el euro o el yuan enfrenta barreras significativas. El escenario más probable, según Wolf, es un mundo de dos o tres monedas competidoras, que ofrecería estabilidad regional pero introduciría inestabilidad global. Para las empresas y gobiernos, adaptarse a un mundo menos dolarizado será el desafío de la próxima década.

Fuentes: Martin Wolf- FT, Michael Pettis

Foto: scottsdale-mint-unsplash

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