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La UE lanza un plan para hacerse con el 40% de la industria renovable

Las claves:

  • La UE aspira a hacer frente al reto del acceso a los minerales críticos necesarios para la transición energética y digital
  • El objetivo de Bruselas es que al menos un 10% de los materiales críticos que se consuman provengan de dentro de nuestras fronteras y que los estados miembros no tengan una dependencia superior al 70% de ninguno de los materiales que se identifiquen como críticos
  • Europa aspira también a cubrir en un 85% tanto las necesidades de la energía eólica como de la demanda anual de baterías
  • Los cuatro pilares básicos de este plan pasan por:
    • 1.- lograr un marco regulatorio que permita acelerar los permisos y la tramitación de las nuevas plantas industriales.
    • 2.- Adaptar las reglas de competencia y simplificar el acceso a los fondos (como ayer mismo hizo la Comisión con el Mecanismo Temporal de Crisis).
    • 3.- Crear un fondo de soberanía que se anunciará previblemente en julio para incrementar las inversiones en renovables, computación cuántica, inteligencia artificial o microchips.
    • 4.- Y, por último, incrementar la formación de los trabajadores y diversificar el acceso a los materiales raros

 

La Unión Europea ha lanzado este martes un ambicioso paquete de medidas para reforzar la autonomía estratégica y reducir los riesgos geopolíticos surgidos tras el Covid 19, la guerra de Ucrania y la ley IRA de EEUU. Estos sucesos han desencadenado una batalla histórica para garantizar el desarrollo de una industria de renovables que permita eliminar la dependencia del gas ruso.

Bruselas aspira a hacer frente al reto del acceso a los minerales críticos necesarios para la transición energética y digital donde China lleva años por delante, mediante una oferta en la que vayan de la mano el respeto ambiental en las explotaciones y los fondos de desarrollo de los países que dispongan de estos minerales críticos.

El objetivo de Bruselas es que al menos un 10% de los materiales críticos que se consuman provengan de dentro de nuestras fronteras y que los estados miembros no tengan una dependencia superior al 70% de ninguno de los materiales que se identifiquen como críticos.

Europa cuenta ya con la experiencia de la suspensión de las exportaciones de manganeso desde China en 2021. El país asiático suministraba el 90% lo que generó serios problemas de abastecimiento, al igual que pasó con los microchips.

El objetivo final de la Comisión Europea es facilitar que hasta un 40% de las renovables lleven la etiqueta de ‘Made in Europe’ y que los europeos puedan beneficiarse de la creación de empleo que supone esta nueva revolución industrial.

Según los borradores a los que ha tenido acceso elEconomista.es, los objetivos principales que se ha marcado la Comisión Europea fijan en un 40% la capacidad de producción de tecnología fotovoltaica.

 

Europa impulsará la ‘minería del vertedero’ para reutilizar un 15% de minerales críticos

Europa aspira también a cubrir en un 85% tanto las necesidades de la energía eólica como de la demanda anual de baterías. La Comisión rebaja los objetivos para las bombas de calor al 60% y para los electrolizadores (con los que producir hidrógeno) hasta el 50%.

Para alcanzar estas metas, la Comisión Europea presentó a principios de febrero un plan para fomentar el desarrollo de la industria sostenible.

Los cuatro pilares básicos de este plan pasan por lograr un marco regulatorio que permita acelerar los permisos y la tramitación de las nuevas plantas industriales. Adaptar las reglas de competencia y simplificar el acceso a los fondos (como ayer mismo hizo la Comisión con el Mecanismo Temporal de Crisis). Crear un fondo de soberanía que se anunciará previblemente en julio para incrementar las inversiones en renovables, computación cuántica, inteligencia artificial o microchips. Y, por último, incrementar la formación de los trabajadores y diversificar el acceso a los materiales raros.

 

Los objetivos que se marca la nueva normativa para apoyar a la industria sostenible

La propuesta de la Comisión Europea pasa por crear una categoría de proyectos estratégicos “Net Zero Resilience Projects” que serán considerados de interés general para las nuevas instalaciones industriales.

Los proyectos que cuenten con este estatus tendrán que aprobarse en un plazo de 9 meses para las plantas que produzcan menos de 1 GW y de 12 meses para aquellas que tengan una capacidad de producción superior a 1 GW.

La Comisión Europea y los Estados miembros constituirán la Plataforma Europea de Tecnologías Limpias que será la encargada de decidir qué inversiones reciben esta máxima calificación y cuáles pasan a un segundo escalón.

Los promotores de estos proyectos podrán saber en un plazo de 15 días si su solicitud se tramita y en tres meses deberán conocer si sus planes han logrado calificarse con este máximo estatus. De no conseguirlo, los proyectos podrán seguir adelante pero los plazos de tramitación se podrán ampliar hasta los 12 meses en el caso de proyectos de menos de 1 GW y hasta los 18 meses para los que tengan una mayor capacidad.

 

Estos valles, que ya se han iniciado con el hidrógeno, no tendrán limitaciones tecnológicas

La Comisión Europea creará también los llamados Valles de tecnologías limpias “Clean Tech Valleys” que serán una serie de zonas que tendrán que identificarse en un plazo de cuatro meses desde la entrada en vigor de la norma y donde se podrán acelerar los permisos de instalación de industrias, llevar a cabo bancos de pruebas regulatorios (sandboxes) así como acelerar el acceso a los fondos.

Estos valles, que ya se han iniciado con el hidrógeno, no tendrán limitaciones tecnológicas y podrán incluir otro tipo de instalaciones que, eso sí, podrán verse frenadas si acaban suponiendo algun tipo de riesgo para los ciudadanos o el medioambiente.

Para el apoyo a la formación de nuevos empleados, Bruselas impulsará las llamadas “Net Zero Industry Academies” que recibirán financiación del Fondo Social Europeo, del Fondo de Transición Justa, de los Fondos de Desarrollo Regional y del llamado Mecanismo de Mercado Único.

La intención de la Comisión es que todas estas inversiones se puedan financiar con un porcentaje de los ingresos del Mecanismo de comercio de emisiones (ETS) para aportar garantías que permitan reducir el coste de la deuda para los promotores o apoyar a los clientes de estas nuevas tecnologías.

La normativa de apoyo a la industria sostenible se revisará transcurridos cuatro años para saber el estado actual de las tecnologías o reducir el apoyo necesario.

En los borradores que ahora mismo circulan se incluyen como tecnologías sostenibles la solar, termosolar, eólica onshore y offshore, las baterías, las bombas de calor y geotermia, el hidrógeno renovable, el biometano, la captura de CO2 y las tecnologías de redes.

La discusión sobre la consideración de la fisión nuclear sigue abierta, ya que hay países que defienden su inclusión -al tratarse de una tecnología que no emite CO2- y otros que apuestan por su eliminación de estos planes.

 

Minerales críticos

El Ejecutivo comunitario presentará también el martes la normativa para minerales críticos se fija como objetivo lograr que un 10% del consumo anual provenga de recursos geológicos propios. Evidentemente, la Comisión vincula la consecución de esta meta a la capacidad real de lograr los recursos necesarios.

Bruselas aspira a aumentar hasta el 40% la capacidad de procesar estos minerales críticos, una labor que en el pasado ha resultado polémica por su fuerte impacto ambiental. Una vez logrados estos objetivos, se aspira a alcanzar hasta un 15% de reutilización de este tipo de materiales en 2030, lo que abrirá las puertas a la llamada ‘minería del vertedero’.

La Comisión Europea creara el European Critical Raw Materials Board que se encargará de hacer el seguimiento de los objetivos y de identificar los proyectos de extracción o reprocesado que sean estratégicos.

Cuando un proyecto reciba la consideración de estratégico será considerado de interés público, deberá cumplir con las reglas de la United Nations Framework Classification for Resources en materia ambiental. Todos los proyectos deberán contar con un plan de medidas para reforzar la aceptación social, un plan de negocio en el que se muestre la viabilidad y el posible comprador de los recursos naturales que se extraigan. Bruselas, no obstante, se reserva el derecho a retirar la calificación de estratégico si no se cumplen las condiciones o cuando estos proyectos estén vinculados a terceros países.

 

 

La nueva normativa obligará también a llevar a cabo un completo mapeado de los recursos europeos que será de acceso público y que podrá complementarse con sistemas de observación espacial.

Bruselas creará mecanismos de emergencia con la creación de stocks estratégicos que se vigilarán de forma constante mediante un panel de seguimiento (dashboard), pero no obligará a los estados a coordinar las reservas en casos de falta de suministro, a diferencia de los que sucede con el gas. La información sobre el nivel de existencias será considerada confidencial y únicamente se podrá presentar públicamente de forma agregada.

La UE prevé la realización de test de estrés a los países para analizar su nivel de dependencia de los minerales críticos, así como análisis a las empresas para que estudien la dependencia en sus procesos productivos. La Comisión plantea también la posible organización de una plataforma de compra conjunta y además profundizará en la trazabilidad con certificados de sostenibilidad.

 

Fuente: El Economista/ Rubén Esteller

Foto:  Unsplash/nicholas-doherty

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