Desde enero, el precio del petróleo ha subido un 30% y ha vuelto a los niveles de antes de la crisis. La economía se está recuperando, se están levantando las restricciones, y la vacunación masiva se está extendiendo por todo el mundo. Todo esto hace subir los precios del crudo que pueden crecer aún más este año, pronostican los analistas.
La industria petrolera experimentó varias oleadas de declive en 2020 debido a una serie de factores, incluida la sobreproducción acompañada de una fuerte reducción de la demanda provocada por la pandemia y el confinamiento. En marzo del año pasado, el precio del petróleo cayó más de la mitad, hasta los 30 dólares por barril.
Pero en enero de este 2021, las cotizaciones lograron alcanzar un máximo de ocho meses y casi recuperaron los niveles anteriores a la crisis, observa la analista Natalia Dembínskaya.
A pesar de los brotes de coronavirus en varios países, los pronósticos de la demanda de petróleo han mejorado considerablemente debido a la vacunación masiva y la recuperación económica mundial. La OPEP estima que la demanda aumentará a 96,5 millones de bpd este año.
Al mismo tiempo, la oferta mundial del crudo se ha reducido en dos millones de barriles diarios tras el fuerte descenso de la producción estadounidense y las restricciones adicionales de Arabia Saudí dentro del acuerdo OPEP+.
Otro factor importante del crecimiento de los precios del petróleo es que las reservas acumuladas durante la pandemia prácticamente se han agotado. A los países desarrollados les queda poco más del 20% de “excedente pandémico” en sus almacenes de petróleo. Mientras que en julio pasado tenían 249 millones de barriles almacenados, en febrero solo les quedaban 57 millones de barriles, y la mayor parte le pertenecía a China.
Todavía en febrero, los analistas de JP Morgan vaticinaron el inicio de un superciclo de petróleo, recuerda Dembínskaya.
El último superciclo alcanzó su punto máximo en 2008, impulsado por el crecimiento económico de China, principal consumidor de hidrocarburos del mundo. Y el actual se debe a la recuperación pospandémica, una política monetaria y fiscal muy blanda, un dólar débil, una inflación acelerada y las medidas medioambientales, comentan los analistas de JP Morgan.
A su vez, Goldman Sachs había predicho un precio de 65 dólares para el Brent en el cuarto trimestre. Sin embargo, ya está en 67 dólares. Por lo tanto, las previsiones actuales son más optimistas. Citigroup estima que las reservas mundiales de crudo se reducirán en 2,2 millones de barriles al día mientras la demanda siga aumentando. Como resultado, el Brent subirá a 74 dólares o más este año.
Fuente: SputnikMundo