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“Drill baby drill”

La clave:

  • Rystad: Los precios del petróleo están bajo presión, pero no hay que esperar una caída libre
  • Los días de expansión desenfrenada del gas de esquisto en Estados Unidos han terminado, dicen los ejecutivos petroleros

 

Los precios del petróleo sufrieron un duro golpe esta semana y, según Rystad Energy, el ánimo bajista es real, pero temporal. El crudo Brent cayó brevemente cerca de los 69 dólares por barril, ya que los mercados reaccionaron a la decisión de la OPEP+ de aumentar gradualmente la producción a partir de abril, mientras que el drama arancelario en curso desde Washington sigue sacudiendo las expectativas de demanda.

Mukesh Sahdev, director global de Mercados de Materias Primas – Petróleo de Rystad, señala que el mercado está obsesionado con los temores de un exceso de oferta, especialmente a medida que los diferenciales de tiempo se estrechan peligrosamente cerca del contango. Los mayores flujos de Kazajstán e Irak están agregando más barriles a un sistema que ya está bien abastecido, y los operadores están atentos para ver si la OPEP+ intervendrá para estabilizar el mercado.

“…las pérdidas de suministro previstas por las sanciones y aranceles del presidente estadounidense Trump aún no se consideran graves, dados los cambios de postura de la administración”, dijo Sahdev en una nota el viernes.

“Por el contrario, el sentimiento de debilidad de la demanda como resultado de los aranceles de Trump está ganando terreno. Proyectamos que la caída de los precios será temporal y la OPEP+ tomará medidas correctivas a medida que los diferenciales de tiempo del crudo caigan por debajo de los 0,50 dólares por barril y el mercado coquetee con el contango”.

La Casa Blanca pospuso sus aranceles previstos contra México, pero las medidas de represalia canadienses siguen vigentes y China se está preparando para su siguiente paso. ¿El resultado? Los inversores están nerviosos por la posibilidad de que la demanda mundial se vea afectada y presione aún más los precios.

Sin embargo, Rystad Energy no considera que esto sea una recesión duradera. Febrero marcó el punto más bajo de la temporada para la demanda mundial de refinerías, y entre ahora y agosto, se espera que la producción de las refinerías aumente en 3 millones de barriles por día. Ese repunte en el consumo de crudo debería ayudar a absorber parte de la oferta entrante y proporcionar un precio mínimo.

Así pues, es cierto que los precios del petróleo están sufriendo la presión de los aumentos de la oferta y de la incertidumbre política, pero Rystad prevé que el sentimiento bajista durará poco. Si la demanda se fortalece y la OPEP+ se ajusta en consecuencia, el mercado podría recuperarse pronto. Pero, por ahora, los operadores deberían prepararse para una mayor volatilidad antes de que se afiance una recuperación real.

Por otro lado, a pesar de la campaña de Trump para “liberar” la energía estadounidense, los productores de petróleo de la cuenca Pérmica siguen pisando el freno. En una conferencia celebrada en Houston esta semana, los ejecutivos del sector energético dejaron claro que, si bien la producción sigue creciendo, el ritmo vertiginoso de la última década es cosa del pasado.

Se espera que en 2025 la producción de la cuenca Pérmica aumente entre 250.000 y 300.000 barriles por día (bpd), por debajo del aumento de 380.000 bpd del año pasado. Se trata de una desaceleración del 25%, y no se debe solo a las condiciones del mercado: es intencional.

El jueves, Barbara Harrison, de Chevron, resumió el estado de ánimo a Reuters: “Aún esperamos ver crecimiento en el Pérmico, pero esperamos que sea moderado”. En otras palabras, el esquisto estadounidense ya no está en modo “perforar, perforar, perforar”. En lugar de perseguir el volumen, las empresas se centran en mantener los costos bajo control y generar retornos para los inversores, un marcado contraste con el auge de producción imprudente de la década de 2010.

Aunque Estados Unidos sigue siendo el mayor productor de petróleo del mundo, con 13,2 millones de bpd, la disciplina de capital es el nuevo mantra. Shannon Flowers, de Coterra Energy, habló de la ironía: “La administración Trump quiere precios más bajos de la energía. Eso no es necesariamente bueno para los productores”.

Las refinerías como Delek se están preparando para posibles restricciones de suministro a medida que estos productores se abstienen de producir. Y con los aranceles de Trump a las importaciones canadienses y mexicanas en ciernes, hay aún más incertidumbre en el panorama.

En resumen: los días de expansión desenfrenada del gas de esquisto en Estados Unidos han terminado, dicen los ejecutivos petroleros. La industria se está moviendo con cautela, equilibrando el crecimiento de la oferta con la disciplina financiera. Trump puede querer una inundación de nueva producción, pero Wall Street quiere ganancias. En este momento, Wall Street está ganando.

 

Fuente: Julianne Geiger- Oilprice

Foto: documerica-x-unsplash

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