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Reflexiones sobre la política industrial de la UE

La clave: 

  • ¿Está la nueva orientación de la política industrial en la UE dañando el mercado interior?

 

Durante décadas, en la UE se han implementado políticas industriales de carácter horizontal, consistentes en la implementación de la normativa de competencia y de ayudas de Estado, sin privilegiar ningún sector económico en particular.

Pero las tensiones geopolíticas, la falta de respeto a la OMC y la utilización ventajista de las Ayudas de Estado por jurisdicciones como EEUU y China están conllevando un replanteamiento de la política industrial en la UE. Se está optando por políticas verticales, con apoyo directo a determinados sectores y empresas.

Este cambio de orientación ha venido favorecido también por las teorías defendidas por expertos como @MazzucatoM y @rodrikdani. La pregunta es: ¿está esto afectando al mercado interior? Y lo cierto es que sí. Veámoslo con la respuesta que la UE ha tenido al IRA de EEUU.

Ante cláusulas proteccionistas incluidas en el IRA, que excluirían a las empresas de la UE de las cuantiosas subvenciones en USA, se generó un temor (no infundado) a una posible deslocalización de empresas de la UE a USA.

¿Y qué ha hecho la UE?

Flexibilizar (una vez más) la normativa de Ayudas de Estado. En concreto, la última versión del Marco Temporal aprobado en marzo de 2023 permite que los Estados miembros otorguen ayudas públicas para evitar la deslocalización de empresas de la UE a USA, pudiendo llegar a otorgar el mismo importe de ayuda que la empresa percibiría en USA

¿Y qué país ha hecho uso de esta flexibilidad en la normativa de Ayudas de Estado?

Sorpresa… Alemania : 902 millones de euros para evitar que la empresa Northvolt se fuera a invertir en EEUU.

¿Casualidad?

No tanto… Bajo el anterior Marco Temporal de Ayudas de Estado, casi el 80% del volumen total de ayudas concedidas fueron con cargo a Alemania  y Francia 

¿Y esto es todo lo que está haciendo la UE en materia de política industrial?

No, hay otras iniciativas como el Chips Act, el Critical Raw Materials Act o el Net Zero Industry Act.

¿Y qué tal están funcionando?

Tomemos el Chips Act a modo de ejemplo. Algunos pensarán: lo estamos haciendo genial, porque los estadounidenses tienen el US Chips Act y nosotros tenemos el EU Chips Act. Pero es que no son lo mismo.

Presupuestariamente, el EU Chips Act aspira a movilizar 42.000 millones de euros de inversión pública y privada, frente a los 54.000 millones de dólares de inversión SOLO pública del US Chips Act. Y a esto se suma que las políticas públicas en esta materia son de cada Estado miembro. No es que no haya coordinación. Es que hay competencia.

¿Vamos a conseguir así una cuota mundial del 20% en la producción de chips para 2030?

No tiene pinta.

¿Hacia dónde nos encaminamos?

Pues para empezar, hacia la irrelevancia de los Estados miembros que tenemos menos capacidad fiscal.

Pero a los que tienen mayor músculo fiscal tampoco les irá mucho mejor. En este mundo geopolítico crecientemente complejo, los Estados miembros de la UE no se pueden permitir el lujo de ir por su cuenta. No tienen el peso para ello.

¿Cuál creo que es la solución?

Dado el contexto actual, me temo que la orientación hacia unas políticas industriales más verticales es inevitable. Pero hay que hacerlo bien: el sector público tiene que ser consciente de los fallos de información que sufre y han de adoptarse las salvaguardas necesarias para evitar la captura de las autoridades públicas por el sector privado.

Hay ejemplos de políticas industriales verticales bien implementadas, como en Corea del Sur, pero también grandes fracasos, como en algunos países de América Latina. Por ello, el diseño es clave, igual que lo es la evaluación expost de las políticas implementadas y la transparencia de los resultados de la evaluación, tanto para mejorar las políticas como por Salud democrática.

Otro aspecto fundamental, y por ello he escrito este artículo, es que las políticas industriales verticales no dañen el mercado interior de la UE, que ha sido una gran fuente de prosperidad para el bloque comunitario.

Y para ello, aunque no guste en algunos países del centro y el norte de la UE, hay que emplear fondos públicos mutualizados. No se debe simplemente flexibilizar la normativa de Ayudas de Estado y permitir que impere en la UE la ley del más fuerte. Porque vendrán desde fuera a comernos a todos.

Y aquí surge la pregunta legítima: ¿de dónde sale el dinero?

Aunque sea dinero de la UE, hay que financiarlo. Y creo que ha de entrar en juego NGEU. Es probable que varias decenas de miles de millones de euros de este plan queden sin ejecutar. ¿Por qué no se recanalizan?

Por supuesto, re analizar los fondos no ejecutados del NGEU no es suficiente. Hay que seguir trabajando en la progresiva mutualización de los recursos a nivel de la UE.

Por último, hace falta coordinación en la elaboración e implementación de las políticas industriales. Una verdadera identificación de las ventajas competitivas de cada Estado miembro y la explotación de estas. Un reparto de tareas sobre la base de nuestras fortalezas.

Puedes profundizar en estas ideas en:

https://euobserver.com/opinion/158007

 

Fuente: Judith Arnal

Foto:  lukas-ws-unsplash

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