Las claves:
- Las tensiones entre Israel e Irán han añadido una capa adicional de volatilidad a un mercado energético que ya estaba bajo presión por factores macroeconómicos y geopolíticos.
- Aunque no ha habido disrupciones físicas inmediatas, los expertos coinciden en que el riesgo de un conflicto más amplio en la región podría desencadenar aumentos sustanciales en los precios del petróleo y el gas.
- Las decisiones tomadas en las próximas semanas, tanto a nivel militar como diplomático, serán cruciales para determinar el curso de los mercados energéticos globales en el futuro cercano.
La creciente tensión entre Israel e Irán, exacerbada por los recientes ataques en la región, ha puesto al mercado energético global en alerta máxima. Las amenazas directas a la seguridad del transporte de petróleo y gas, particularmente en el Golfo Pérsico, han intensificado la preocupación por una posible disrupción del suministro. La región, que ya estaba inmersa en tensiones geopolíticas, ve cómo el riesgo de un conflicto abierto puede impactar profundamente los precios de estos recursos vitales.
Evolución Reciente de los Precios del Petróleo y Gas
Hasta septiembre de 2024, los precios del petróleo mostraban una tendencia a la baja, con una notable caída desde los casi 100 USD por barril en el pico de agosto a menos de 85 USD a principios de octubre. Esta corrección fue atribuida a señales de debilitamiento de la demanda global, impulsada por preocupaciones macroeconómicas, especialmente en mercados emergentes y por el fin de la recuperación pospandemia. Sin embargo, tras el ataque de Hamas a Israel el 7 de octubre, los precios del petróleo comenzaron a repuntar nuevamente, alcanzando los 87 USD por barril en los días siguientes, en parte debido a la incertidumbre y al riesgo de una escalada en la región (IEA)(Atlantic Council).
En cuanto al gas natural, los precios en Europa habían caído desde los máximos alcanzados durante el invierno anterior debido a una mayor diversificación de suministros, incluyendo envíos de gas natural licuado (GNL) de países como EE. UU. y Catar. Sin embargo, la amenaza de un conflicto más amplio en el Medio Oriente, que involucra a importantes exportadores de petróleo y gas, podría desencadenar aumentos significativos en el costo del gas, especialmente si las rutas de envío se ven comprometidas.
Impacto Potencial de la Escalada del Conflicto
El estrecho de Ormuz, por donde transita aproximadamente el 21% del petróleo mundial, es un punto crítico para el suministro energético global. Cualquier interrupción en esta vía podría desencadenar un aumento drástico de los precios del crudo, con analistas de Goldman Sachs advirtiendo que una interrupción sostenida podría llevar los precios a superar los 100 USD por barril. Además, el precio del gas podría dispararse hasta un 40% si las tensiones se extienden a los productores clave de la región (Atlantic Council).
Aunque los mercados no han visto una disrupción física inmediata del suministro, la mera posibilidad de un conflicto que involucre a Irán ha añadido una prima de riesgo de entre 3 y 4 USD al precio del crudo. Esta prima refleja la preocupación por las rutas de exportación y por posibles represalias que podrían afectar tanto a las instalaciones como a la infraestructura energética de los principales actores del mercado, como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos (IEA).
Opiniones de Expertos y Proyecciones
Goldman Sachs y J.P. Morgan coinciden en que el conflicto actual aún no ha impactado significativamente los flujos físicos de petróleo y gas, pero advierten que esto podría cambiar rápidamente. Según analistas de Goldman, el precio del petróleo podría estabilizarse alrededor de los 100 USD en el corto plazo si las hostilidades escalan y las rutas clave se ven comprometidas. Sin embargo, si la situación se estabiliza, se espera que los precios se mantengan en el rango de 80-90 USD por barril (Atlantic Council).
La Agencia Internacional de Energía (IEA) subraya que, aunque la demanda global está desacelerándose, los riesgos geopolíticos y las reservas cada vez más bajas podrían provocar picos repentinos en los precios. La organización mantiene un monitoreo cercano de los desarrollos en la región, y está preparada para intervenir en caso de que las reservas globales se vean afectadas (IEA).
McKinsey, por su parte, advierte que la prolongación del conflicto no solo afectará el suministro directo de petróleo y gas, sino que también aumentará los costos de transporte y las primas de seguros, lo que afectará indirectamente los precios globales de la energía. Además, la creciente demanda de energía en Asia, especialmente en China e India, exacerba la volatilidad, ya que estas economías dependen en gran medida de las importaciones de petróleo y gas del Medio Oriente (Atlantic Council).
David Goldwyn, del Atlantic Council, señala que el impacto real en los mercados de energía dependerá de cómo responda Israel a las provocaciones de Irán. Si bien los mercados han mostrado cierta calma, la situación podría cambiar drásticamente si Israel decide intensificar su acción militar, lo que pondría en riesgo las rutas de transporte en la región (Atlantic Council).
Otros expertos, como los analistas de Motilal Oswal Financial Services, anticipan que si el Estrecho de Ormuz se cierra, los precios del LNG aumentarán aún más rápidamente que los del crudo, debido a la falta de rutas alternativas para el gas
Escenarios de Disrupción y Consecuencias
Los expertos ven varios posibles escenarios de disrupción en el suministro energético mundial:
- Escalada del Conflicto Regional: Si Israel responde de manera contundente a los ataques y esto desencadena un conflicto regional más amplio, podría haber una disrupción significativa del suministro de petróleo y gas. Esto podría ocurrir si Irán decide bloquear el estrecho de Ormuz, lo que afectaría gravemente las exportaciones de los países del Golfo.
- Intervención Internacional: La intervención de potencias como EE. UU. podría aliviar temporalmente las tensiones, pero no eliminaría completamente los riesgos. La presión internacional podría mantenerse sobre Irán y sus aliados, con nuevas sanciones que afectarían la capacidad de exportar petróleo, especialmente hacia mercados clave como China (Atlantic Council).
- Estabilidad Temporal pero Costosa: Un escenario menos grave pero aún perturbador implica que los precios del petróleo se mantendrán altos debido al aumento de los costos operativos y de seguridad en la región. Los envíos de petróleo y gas tendrían que ser redirigidos, lo que aumentaría los tiempos de entrega y, en consecuencia, los precios (IEA).
El Papel de la OPEC+ y los Productores Alternativos
La OPEC+, liderada por Arabia Saudita y Rusia, ha mantenido restricciones en la producción de petróleo, lo que ha contribuido a mantener los precios altos durante la mayor parte de 2023. Sin embargo, con la creciente demanda y los riesgos geopolíticos, se prevé que estos países podrían aumentar la producción para compensar cualquier déficit causado por una disrupción en el suministro de Irán o Irak.
Además, la creciente producción de petróleo de esquisto en EE. UU. podría jugar un papel importante para mitigar los efectos de una disrupción en el Medio Oriente. Sin embargo, los expertos advierten que el impacto de la oferta estadounidense no sería suficiente para cubrir completamente un colapso de los suministros del Golfo Pérsico (Atlantic Council).
Fuentes: OPEC+, Atlantic Council, IEA, JPM, Goldman Sachs, Motilal Oswal- Financial Services
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