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Rusia cierra el grifo del suministro de gas a Europa

Las claves:

  • “Europa debe estar lista de para el fin de las exportaciones de gas ruso”
  • Alemania se prepara endurecer las medidas energéticas
  • Hay miedo a que las reservas para el invierno se queden cortas

“Europa debe estar lista de para un cierre completo de las exportaciones de gas ruso”, ha comentado Fatih Birol, director de la Agencia Internacional de la Energía. El economista alerta de que Rusia utilizará la energía para ganar influencia en mitad de la invasión a Ucrania. El organismo no descarta llegar al racionamiento del suministro de gas ante las dificultades para rellenar los inventarios para el próximo invierno. Alemania se prepara para endurecer las medidas preventivas para aumentar los inventarios de gas.

“Cuanto más se acerca el invierno, más entendemos las intenciones de Rusia”, comenta en declaraciones al Financial Times. “Creo que los reciente recortes están orientados a evitar que Europa llene el almacenamiento para los próximos meses”, ha añadido. El pasado invierno el precio del gas se disparó por la alta demanda de los países europeos para reponer sus inventarios.

El organismo recomienda a los países mantener las plantas nucleares y aumentar el uso de carbón para reducir la dependencia del gas ruso. El director del organismo asume que habrá racionamiento en el suministro de gas si la situación empeora.

La UE ha reducido su dependencia del gas ruso sobre el 20% de los suministros totales desde la invasión de Ucrania, frente al 40% anterior, según la consultora ICIS, pero parece que no será suficiente, según la AIE. Suecia, Dinamarca, Alemania, Austria y Países Bajos han anunciado los primeros planes de emergencia para aumentar suministros de gas. Todavía ninguno de esos planes nacionales incluye aún el racionamiento.

Moscú cierra la llave del suministro a Europa

La semana pasada, el gigante gasista ruso Gazprom anunciaba una reducción el suministro que envía a través del gasoducto Nord Stream 1, que conecta Rusia con Alemania por el Mar Báltico. Por su parte, el grupo energético italiano ENI informaba de que Gazprom les comunicaba una reducción del 15% del volumen de gas que recibe el país transalpino utilizando los mismos pretextos que con Alemania. A final de semana, la compañía italiana dio a conocer que la gasista rusa solo ha garantizado el 50% de los suministros de gas solicitados. Francia también sufrió problemas de abastecimiento con el suministro dependiente de Rusia.

“Lo que hemos visto en las últimas semanas tiene otra dimensión. La reducción de los envíos de gas es un ataque a Alemania”, dijo ayer el ministro de Economía y responsable de la cartera de energía, Robert Habeck. “Tenemos verano, las terrazas están abiertas. La pandemia no ha pasado, pero se ha aligerado y es normal que en verano se piense en gozar. Y, sin embargo, tenemos que pensar en las medidas que tenemos que tener para el invierno“, advirtió.

Berlín tiene un plan que diseñó desde el comienzo de la guerra para compensar la falta de gas ruso, que incluye la construcción de infraestructura para gas líquido, el uso de carbón para ahorrar gas y la búsqueda de otros proveedores. En los términos empleados por el Gobierno alemán, actualmente el país se encuentra en fase de “alerta temprana”, pero está a punto de pasar a “estado de alarma”, según informa Bloomberg.

Alemania puede elevar el nivel de alerta

El objetivo del Ejecutivo de Scholz es alcanzar un nivel de reservas del 80% para el 1 de octubre y del 90% para el 1 de noviembre, de cara al invierno. La segunda fase del plan de Energía incluye un cambio en la ley que permitiría a las empresas de energía trasladar los aumentos de coste a hogares y empresas, y aumentar la actividad de las plantas de carbón. Las medidas todavía están siendo analizadas por el Gobierno.

Alemania y Austria están apostando por reabrir sus centrales de carbón, pese a la recomendación de la AIE de aprovechar el recurso de las centrales nucleares. Berlín sigue adelante con el desmantelamiento de la última de sus centrales nucleares pese a la crisis energética.

El tema está abriendo ciertas fisuras en el Gobierno. El ministro de Finanzas, Christian Lindner, es partidario de abrir el debate sobre alargar la vida de las centrales nucleares, pese al rechazo de Habeck. Desde el Ministerio de Economía, se apunta que el mantenimiento de las plantas nucleares “son demasiados altos”, además de aludir a obstáculos técnicos y de seguridad.

Fuente: El Economista

Foto de timea dombi en Unsplash

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