En numerosas ocasiones se ha hablado de las consecuencias negativas que ha tenido la guerra comercial tanto para EE. UU. como para China. Sin embargo, la noticia de hoy gira en torno a la única economía que ha conseguido acumular ganancias en esta situación: Vietnam. Este país ha sabido captar la fuga de fabricantes de China y ha recordado a las empresas la importancia de “no poner todos los huevos en la misma cesta”.
Eclat Textile, proveedor de Nika, salió de China por problemas para encontrar mano de obra local. Su presidente, Hun Cheng- hai afirmó que, teniendo en cuenta la situación global, “lo más importante ahora es la diversificación”. Ategi, por su parte, también ha hecho grandes esfuerzos por diversificar su plantilla y oficinas, que se encuentran actualmente en Shanghái, Shenzhen, Nueva Delhi y Ho Chi Minh City (Vietnam).
Vietnam y EE. UU. mantienen actualmente una buena relación, impulsada por la organización de la cumbre entre el presidente Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un, y firmó también acuerdos de compra con Boeing y General Electrics. Con este acto, el gobierno de Nguyễn Phú Trọng quiere reducir su superávit comercial con Estados Unidos, uno de los factores clave en la política exterior del gabinete Trump.
En el primer trimestre de 2019 el superávit comercial de Vietnam con Estados Unidos aumentó un 39%. En junio de este mismo año, Estados Unidos impuso aranceles de más del 400% a las importaciones de acero de Vietnam, argumentando que se originaban en Taiwán y Corea del Sur, con la intención de reducir el superávit comercial vietnamita.
Los funcionarios del país asiático aseguran que están haciendo esfuerzos para reducir estas cifras, pero para las empresas locales es realmente un problema. Incluso si la demanda americana sobre paneles solares vietnamitas tendría que ser recibida como una buena noticia, pone en la cuerda floja al gobierno de Nguyễn Phú Trọng, que teme recibir una reprimenda de la Casa Blanca.
Otro de los desafíos para la fabricación de rápido crecimiento en Vietnam es el riesgo de que su capacidad portuaria y de aduanas se puedan ver abrumados por el incremento de los pedidos. De hecho, la capacidad del contenedor de envío tendrá que crecer a casi el doble de su ritmo de 10% -12% de la última década para mantenerse al día con la nueva demanda, según la investigación de Bloomberg Intelligence.
Actualmente el gabinete vietnamita ha admitido que tiene un déficit de 4 mil millones de dólares en desarrollo de sus puertos y que no se han cerrado aún acuerdos con grandes figuras.
Sin embargo, cabe recordar que en el pasado Japón y Corea también tuvieron que superar este tipo de barreras logísticas al comienzo, por lo que no hay dudas de que Vietnam podrá sobrevenir estas dificultades y convertirse un país clave en la región Asia Pacífico.
https://www.bloomberg.com/graphics/2019-new-economy-drivers-and-disrupters/vietnam.html