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En el contexto económico mundial que China vende más de lo que compra parece una verdad inmutable.
Durante los últimos 25 años china ha obtenido superávit en su cuenta corriente, la suma entre su balanza comercial y las inversiones extranjeras netas. Este superávit ha sido denunciado en numerosas ocasiones como el origen de los grandes problemas económicos y financieros, desde la drástica reducción de la producción en Occidente hasta la burbuja inmobiliaria de las subprime.
Sin embargo, esta “verdad inmutable” podría cambiar.
En 2019 China podría tener su primer déficit de cuenta corriente desde 1993.
Este cambio es clave, ya que provocaría que gradualmente se atraiga más inversión extranjera y podría liberalizar el mercado financiero.
El Gobierno chino está lentamente aceptando este escenario. Sin embargo, el americano parece ni siquiera contemplarlo. En vez de incentivar que China liberalice su sistema financiero se centran en evitar que China devalúe su divisa, el yuan.
El resultado de esta miopía es una oportunidad perdida para ambas partes.
Fuente: The Economist
