La clave:
- Los Houthis han aumentado el factor miedo entre los marinos que se dirigen a Oriente Medio -así como entre sus familias en casa- con su último vídeo en el que muestran cómo consiguieron desplegar barcos repletos de explosivos para tomar el kamsarmax Tutor, controlado por Grecia, la semana pasada, un ataque sin precedentes en la campaña de siete meses de los Houthis contra la marina mercante, que mató a un marino y provocó el hundimiento del granelero Evalend Shipping.
- Drewry afirma que la brecha de disponibilidad de oficiales para 2023 se ha ampliado hasta un déficit equivalente a aproximadamente el 9% de la reserva mundial, por encima del déficit del 5% de 2022 y el nivel más alto desde que comenzó a analizar el mercado de marinos hace 18 años.
En el vídeo difundido por los Houthis, la popa del Tutor es atacada por una pequeña embarcación y, a continuación, la parte central del buque sufre otra gran explosión provocada por otro proyectil. Otros vídeos de a bordo muestran a guardias de seguridad armados que observan desde el puente cómo el buque cargado de explosivos se dirige hacia su objetivo.
El Tutor es el segundo barco hundido por los Houthis, tras el Rubymar a principios de marzo. Aún se desconoce el destino de otro buque atacado por el grupo militante la semana pasada, el Verbena, un carguero de carga general. Sufrió un grave incendio y fue abandonado el sábado.
Catorce de las mayores asociaciones navieras del mundo emitieron un comunicado en el que pedían ayuda a los Estados con influencia en la región.
“Se trata de una situación inaceptable, y estos ataques deben cesar ya”, afirmaba el comunicado, añadiendo: “Pedimos a los Estados con influencia en la región que salvaguarden a nuestros marinos inocentes y una rápida desescalada de la situación en el Mar Rojo”.
En declaraciones a Splash la semana pasada, Steven Jones, fundador del Índice de Felicidad de los Marinos, afirmó: “Este último deterioro de la seguridad en el Mar Rojo apunta no sólo a la fuerza de los Houthi, sino también al aumento de la agresión. Esto es muy preocupante. Como siempre, los marinos se llevan la peor parte: con cada ataque, el miedo aumenta casi exponencialmente en los buques que los rodean”.
Jones afirmó que también era importante centrarse no sólo en las inmediaciones de los ataques, sino también en los hogares de los marinos.
“La preocupación de la familia, con la presión de regresar a casa, significa que tales amenazas al transporte marítimo tienen un impacto mucho más profundo y prolongado desde una perspectiva de reclutamiento y retención que la explosión inicial”, afirmó Jones.
En un artículo publicado en Splash a principios de año, Charles Watkins, director general de Mental Health Support Solutions, describió una visita a un buque en la que prestó apoyo a la tripulación cuyo barco fue atacado con cohetes en el Mar Rojo.
“Un aspecto particular de esta terrible experiencia fue que muchos miembros de la tripulación expresaron comprensiblemente su reticencia a volver a viajar por esas peligrosas aguas. El miedo infundido por el ataque fue tan profundo que hubo un consenso general entre la tripulación de que abandonarían el barco antes que enfrentarse de nuevo al riesgo”, escribió Watkins.
La década de 2020 está resultando muy dura para atraer a la gente a trabajar en el mar. Empezando por la pandemia, que obligó a muchos miles de marinos a trabajar en condiciones agotadoras durante mucho más tiempo del acordado en los contratos, las tripulaciones también han tenido que enfrentarse a un aumento de los casos de piratería, a guerras en el Mar Negro y en el Mar Rojo, y muchos también han sido enviados a trabajar en la llamada flota de petroleros oscuros, donde las normas de seguridad han estado en el punto de mira en los últimos años.
Según un reciente estudio publicado por la consultora naviera Drewry, la escasez de oficiales ha alcanzado un máximo histórico y es poco probable que mejore, lo que provocará una inflación de los costes de dotación.
Drewry afirma que la brecha de disponibilidad de oficiales para 2023 se ha ampliado hasta un déficit equivalente a aproximadamente el 9% de la reserva mundial, por encima del déficit del 5% de 2022 y el nivel más alto desde que comenzó a analizar el mercado de marinos hace 18 años.
La consultora pronostica niveles de déficit similares hasta 2028, basándose en los límites de la oferta de nuevos marinos disponibles.
“Aunque estos niveles de déficit se basan en el número de buques y en hipótesis sobre los niveles de tripulación, y por tanto son en gran medida teóricos, indican claramente que el mercado laboral de la gente de mar se ha vuelto especialmente tenso, con importantes implicaciones para la contratación y la retención, así como para los costes de dotación”, señaló Drewry.
Fuentes: Splash, Drewry
Foto: ian-simmonds-unsplash