Las claves:
- La política, el progreso y la gobernanza de China no pueden explicarse completamente con las teorías existentes, pero son «demostrablemente eficaces», según se afirma en una conferencia.
- Los marcos teóricos occidentales a menudo no son adecuados para los estudios sobre China, según los académicos chinos, que piden en cambio una investigación basada en el contexto específico del país.
En la Conferencia Mundial de Estudios sobre China celebrada esta semana en Shanghái, a la que asistieron cientos de académicos chinos y extranjeros, se presentaron argumentos en favor de un enfoque personalizado, reforzado por investigaciones de campo para corregir sesgos y permitir una comprensión más profunda.
En la ceremonia de apertura del foro el martes, Lin Shangli, presidente de la Universidad Renmin de China, dijo que era difícil interpretar la transformación de los países no occidentales de civilizaciones antiguas a modernas a través de la lógica y los sistemas de conocimiento occidentales.
“Claramente, la lógica occidental no puede explicar [China] y debemos volver al propio contexto chino para hacerlo”, dijo Lin, poniendo el ejemplo de la estructura de gobierno de China, que no podía explicarse con la teoría occidental debido a la enorme brecha en la escala social.
Estas cuestiones tienen su propio marco lógico en la teoría occidental, pero esta lógica se deriva y se basa en la experiencia de estudiar sociedades que no son de gran escala. Aplicar simplemente esta lógica para resolver los problemas de China es claramente irreal.
Pidió “romper con los marcos de conocimiento existentes” al estudiar China y dijo que la investigación debería basarse en el contexto chino.
Lin, un estudioso de la política china, señaló que la historia del país, que “formó la lógica subyacente”, debería ser objeto de un estudio sistemático y en profundidad.
China tiene su propia lógica en su estructura social, estatal, política, económica, de desarrollo y de gobernanza. Estas lógicas no pueden explicarse adecuadamente con las teorías existentes, pero su eficacia en la práctica es demostrable.
“Por lo tanto, este es un llamado a los académicos que estudian China para que desarrollen una nueva comprensión de los factores subyacentes y los nuevos elementos detrás de estas estructuras”.
“Todavía necesitamos explorar seriamente el posicionamiento académico de los estudios sobre China y abordar las brechas entre los diferentes campos de investigación”, dijo.
“Los métodos de investigación modernos aún no se han utilizado plenamente, la innovación académica sigue siendo insuficiente y muchas áreas aún no han llegado a las capas más profundas de la historia y la realidad de China”, añadió Gao.
“Esto requiere que los académicos chinos y extranjeros unan sus fuerzas –con una visión académica más amplia, una mayor determinación histórica y un espíritu académico más riguroso– para unir verdaderamente a China y el mundo, y conectar el pasado y el presente”.
Gao es un destacado historiador de las dos últimas dinastías imperiales de China, la Ming y la Qing, que gobernaron desde el siglo XIV hasta principios del XX.
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