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El impacto económico del coronavirus (II)

Es probable que haya una era pre- COVID- 19 y una era post- COVID- 19. La sensación es que las cosas no serán iguales, no pueden serlo.

En Canal ATEGI nos hemos propuesto incluir contenidos que nos ayuden a reflexionar acerca de estos cambios, de cómo deberá ser nuestra gestión de las empresas en el futuro y, más particularmente, nuestra gestión de las compras.

Iniciamos esta serie de contenidos el pasado 1 de abril con el artículo:

El impacto del coronavirus (I)

 

En esta ocasión damos continuidad a ese artículo con fragmentos que tienen como fuente a KPMG.

¿Qué impacto podemos estimar tomando como base el efecto en China?

En los dos primeros meses de 2020, la producción china se contrajo un 13,5% en términos interanuales, la primera caída desde la apertura del país en 1990. La contracción afectó especialmente a las manufacturas exportadoras, con descensos por encima del 20% en los sectores del automóvil (-32%), equipos de transporte (-28%), textil (-27%), metales (-27%), maquinaria eléctrica (-25%), y minería no metálica (-21%). Las caídas en sectores como la electrónica e informática (-13,8%) o la industria química (-12%), aunque fuertes, no fueron tan acusadas. La producción de energía eléctrica descendió un 7%, mientras paradójicamente aumentó la de petróleo y gas un 2%.

Estos datos ponen de manifiesto el fuerte impacto que ha tenido el COVID-19 sobre la economía china y permiten anticipar los efectos que provocará en otras economías en las que se encuentra en fase de expansión.

¿Qué impacto estima la Comisión Europea?

La Comisión Europea alertó el pasado 13 de marzo de que la economía de la Unión Europea se contraería un 1,1% en 2020, frente al crecimiento del 1,4% que había pronosticado en enero, como consecuencia de la pandemia. La caída estaría motivada por la interrupción de las cadenas de producción de bienes intermedios fabricados en China y en otros países asiáticos, los efectos de las limitaciones sobre la movilidad de las personas y las restricciones de liquidez. No obstante, estas estimaciones pueden quedarse cortas conforme avance la enfermedad y se tengan datos de su impacto real sobre la economía.

¿Cuál puede ser el impacto en la economía española?

En el caso de España, el fuerte peso que tiene en el PIB el sector servicios y la atomización de su tejido empresarial, representado en un 80% por pymes, suponen un reto añadido. Tras la declaración del estado de alarma, los expertos estiman que la actividad económica en España se mantendrá en el 60%. Continuará casi a pleno rendimiento en la administración pública (95%), la agricultura (90%), la construcción (80%) y en la informática y comunicaciones (75%), mientras que se verá muy mermada en los sectores más expuestos a las limitaciones sobre la movilidad de las personas y actividad empresarial incluidas en el estado de alarma. Así, el comercio, las inmobiliarias o las actividades de ocio reducirán su actividad al 30%.

¿Cómo perciben el impacto económico los directivos?

KPMG con la colaboración de CEOE está llevando a cabo un sondeo periódico cuyas conclusiones se recogen en las sucesivas ediciones de los informes La empresa española ante el COVID-19. 

En el sondeo 1, a 9 de marzo, el porcentaje de empresarios que califica la situación económica actual como buena o muy buena ha descendido respecto a diciembre de 2019 del 38% al 33%. La mayoría (el 58%) califica la situación económica actual como regular.

Este segundo sondeo de la empresa española ante el COVID-19 recoge las respuestas de directivos y empresarios españoles a partir de una encuesta llevada a cabo entre el 24 y el 26 de marzo. Tal y como revelan los resultados, las compañías españolas empeoran significativamente su valoración de la situación económica actual. El 53% la considera mala o muy mala, frente al 9% de la quincena anterior.

 

 

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